¿Qué sentido tiene beber agua dentro de una botella, cuando la que sale del grifo en gran parte del país es saludable y no requiere usar recursos para envasarla ni quemar combustible en transportarla? Bien, la respuesta no es evidente, a la luz de los datos de 2016. Ese año, el consumo de agua envasada en España fue de 12o litros por persona, más que los refrescos, que representaron 94,7 litros per cápita. Pero a diferencia del agua, la Coca-Cola no sale de ningún grifo, hay que producirla, al igual que la cerveza o el vino, del que los españoles tomaron 21 litros, algo más que zumos (17,9 litros).