La retirada del mercado del Smartphone Samsung Galaxy Note 7 abre una nueva incógnita: qué pasará con los recursos que se necesitaron para fabricar los 4,3 millones de dispositivos desechados por riesgo de explosión de sus baterías.
Mientras la compañía aclara cuál será el destino de millones de móviles de este modelo –ya ha dicho que no los reparará ni revenderá–, el instituto de investigación alemán Eko y Greenpeace han calculado la cantidad de valiosos metales que contienen y cuyo futuro por ahora está en el aire:
- Cobalto: más de 20 toneladas
- Tungsteno: más de una tonelada
- Tantalio: varios kg (sin precisar pues la cantidad varía de un modelo a otro)
- Paladio: entre 20 y 60 kg
- Oro: más de 100 kg
- Plata: más de una tonelada
En su estudio, ambas organizaciones dan cuenta del peso de todos estos móviles: un total de 726,7 toneladas que se convertirán en basura electrónica si no se separan para su reciclaje. BallenaBlanca ha enviado a Samsung una consulta para saber qué pasos dará la compañía para la gestión de estos aparatos que empezó a retirar a principios de septiembre, quince días después del lanzamiento del Samsung Galaxy Note 7.
Eko Institute y Greenpeace recuerdan en su documento algunas soluciones para reducir el impacto ambiental de los Smartphone, como extender el ciclo de vida del producto para reducir el consumo de recursos. Pero sobre todo, crear un modelo de producción circular para asegurarse, ya desde el diseño de los dispositivos, de que los materiales desechados puedan reciclarse en nueva materia prima. Un paso así también tendría un efecto en las cuentas de los fabricantes de telefonía móvil. Según estimaciones de la Comisión Europea, si el 95% de los teléfonos se reciclara, el sector se beneficiaría en más de 1.000 millones de euros por el ahorro en costes de fabricación procedentes del uso de materiales.